Los momentos en familia son un soporte emocional para todos sus miembros. Te contamos cómo sacarles mejor provecho.
La capacidad para unir a toda la familia es una de las características de los abuelos. La paciencia y los aprendizajes que pueden transmitir los convierten en aliados para el crecimiento de los más pequeños. Además, representan una ayuda y soporte emocional para sus hijos porque son sus guías y consejeros en los momentos más difíciles.
Compartir tiempo con los abuelos abre espacio para el diálogo, para acompañarlos y hacerlos sentir parte de la familia. El juego, las historias o actividades manuales son algunas de las alternativas para compartir con ellos. Te damos algunas ideas.
Desempolvar el álbum familiar: la fotografía es una de las mejores formas de recordar. Las anécdotas que salen de este ejercicio provocan momentos únicos en los que la felicidad y las risas estarán presentes. Esta actividad es una forma de demostrarles la importancia de todo lo que han hecho y de conocer la historia familiar.
Juegos de mesa clásicos: nuestros abuelos también se divirtieron y pasaron una juventud llena de distracciones que hoy son clásicas. Las dinámicas que pueden surgir de un juego de cartas o parqués pueden revelar nuevos trucos y ayudar a ejercitar la mente.
Enseñarles sobre nuevas tecnologías: el aprendizaje y la tecnología son para todos. La edad no es un límite para estar en redes sociales. Al aprovechar el tiempo con los abuelos para educarlos sobre tecnologías contribuyes a su desarrollo cognitivo y al desarrollo de habilidades digitales. Además, te permite compartir tiempo con ellos y mejorar la comunicación.
Aprender de sus destrezas: los abuelos tienen más experiencia,la vida les ha enseñado múltiples capacidades de las que nos podemos nutrir. El crochet, la carpintería, las artes, la jardinería o incluso las relaciones interpersonales constituyen un conocimiento valioso. Valora y aprende de la sabiduría de tus seres queridos.