El lenguaje virtual cada vez dista más de las maneras convencionales en que acostumbramos a comunicarnos. Los recursos visuales están en el centro de las conversaciones.
Navegar en las redes sociales puede ser toda una aventura lingüística para aquel que no está habituado a ellas. Las palabras se cruzan entre cientos de stories, filas de posts y cadenas de reels; están acompañadas por algún meme o emoji cuando no las reemplaza por completo un video de Tik-Tok.
La era digital parece haber creado su propio idioma con elementos visuales y sonoros que amplían la idea de comunicación y transforman la naturaleza de las relaciones sociales. ¿Desde cuándo nos enamoramos con stickers y caritas con ojos en forma de corazón? ¿En qué se relacionan los memes con la política?
“Los emojis expresan lo que las mamás llamaban el “tonito”, pero en la escritura. Le dan una intención a lo que estamos diciendo y la otra persona la puede interpretar con un código común. Con una carita feliz puedo darle un carácter informal a un mensaje que trata un tema serio”, explica Paola Escobar, comunicadora gráfica experta en lenguaje digital.
Empezaron como signos de puntuación que semejaban expresiones faciales al leerse de lado y siguieron evolucionando hasta convertirse en pequeños rostros amarillos que dotan de gestualidad casi todas las conversaciones virtuales. Con el tiempo llegaron también formas de animales, plantas y representaciones diminutas de un sinfín de objetos que hoy expresan mucho más que su significado literal.
El rostro invertido que sonríe o el par de ojos mirando de lado señalan la ironía en la frase que acompañan. El corazón verde se asocia a movimientos feministas y el morado, por ejemplo, es símbolo de un reconocido grupo coreano. Usar personajes de piel oscura hace referencia a luchas étnicas reivindicativas y algunos animales se asocian a valores específicos: el león al coraje o el zorro a la astucia. Los personajes bailando, las gafas oscuras, la llama de fuego o la uña con esmalte se usan para celebrar algún logro y algunos alimentos tienen una connotación sexual.
Su capacidad expresiva fue formalmente reconocida en 2015 cuando, por primera vez, un emoji -el que llora de risa- fue nombrado como palabra del año en inglés por el diccionario de Oxford, y en 2019 la palabra emoji recibió el mismo galardón en relación a la lengua hispana por la Fundación BBVA.
Los memes, por su parte, van un paso más allá. “Además de emoción, aportan opinión. Están muy vinculados con sucesos actuales de interés público. En otra época, nuestros abuelos comentaban las noticias con sus amigos en un café. Ahora, los memes son nuestra manera de comentar lo que está pasando con ironía y humor”.
La palabra la usó por primera vez el evolucionista Richard Dawkins en 1976 para referirse a ideas y conductas que se transmiten de una generación a otra. Con la virtualidad, el término se acuñó para referirse a imágenes sustraídas de películas, noticias o caricaturas que son intervenidas para expresar una opinión: tras un partido de fútbol, habrá quien publique la imagen de Homero Simpsons escondiéndose entre un arbusto mientras usa la camisa del equipo perdedor.
Se producen en todo momento y lugar: cualquiera puede crearlos. Hay quienes los catalogan como la evolución del afiche político y es que, en efecto, cumplen un rol cada vez más relevante en los procesos de opinión pública. Elecciones, plebiscitos y revoluciones pasan por los memes, dotándolos de una importancia cada vez mayor para analistas políticos y expertos del marketing digital.
El fenómeno de Tik Tok
En pandemia vimos la expansión de un gigante: a pasos acelerados, la nueva red social china se convirtió en una de las aplicaciones más populares, superando las 2.000 millones de descargas en tiempo record. ¿Su secreto? La inmediatez: entregar pequeñas cápsulas densas de información. “Tiene éxito porque sus contenidos se consumen de forma fácil y rápida: videos cortos que, en 30 segundos, te muestran un tutorial o un baile y en seguida te llevan al siguiente. Cada quien elige lo que quiere ver y produce videos propios que se vuelven virales sin necesidad de muchos conocimientos técnicos. Parece mágico”.
Nuevo idioma para nuevas relaciones
Emojis, stickers y memes constituyen un nuevo lenguaje del amor y la amistad. Santiago Herrera, psicólogo, explica que, si bien es natural adaptarnos a las nuevas tecnologías, también es crucial entenderlas para cuidar de nuestra salud mental. “La principal característica que debemos tramitar es la inmediatez. Esta anula la distancia y nos puede generar un deseo de control desproporcionado. No podemos esperar que el otro responda inmediatamente ni controlar el lugar físico donde nuestros allegados se encuentran.
También es importante respetar espacios y no querer invadir la cotidianidad del otro con interacciones constantes e inoportunas”, explicó. Así mismo, es crucial comprender que los sentimientos van mucho más allá de lo que una imagen puede expresar. “El uso de emojis y stickers, por ejemplo, puede crear emociones estereotipadas y simbólicas que reemplazan nuestras emociones reales y nos impiden explorar y expresar lo que realmente sentimos”. Controlar el tiempo que pasamos en redes y evitar reemplazar relaciones físicas por relaciones virtuales son algunas medidas de bienestar mental.