En esta etapa la persona tiene la posibilidad de trabajar para sí misma a partir de un autorreconocimiento.
Asesora Nora hincapié Gerontóloga.
“Pasé a mejor vida”, así se acostumbra a decir al pasar a esa nueva etapa en la que hay espacio para leer libros, escribir y asistir a talleres en los que se comparte con otras personas múltiples intereses y gustos aplazados por la vida laboral.
Sin embargo, no todas las personas le ven el lado amable a esa nueva etapa de sus vidas, pues pasar de trabajar cinco o seis días a la semana, con un horario establecido, a tener mucho tiempo libre, genera, como todo cambio, resistencias, que se traducen en temores e interrogantes, en la dificultad de no saber qué hacer.
Nora Hincapié Gil, gerontóloga y docente investigadora de programas educativos para adultos mayores, expresó que las empresas y entidades deben realizar un proceso de sensibilización para la jubilación, el cual debe efectuarse un año previo al retiro laboral.
“Así como cuando se va a empezar a trabajar en una empresa se hace una inducción, igualmente, se debe hacer una capacitación o unos talleres para la jubilación, de tal manera, que la persona se cree conciencia del cambio que va a tener, del proceso que va a enfrentar, construyendo un proyecto de vida, unos objetivos, desde sus valores, sus potencialidades y sus condiciones, para vivir mejor esta nueva etapa”, indicó Hincapié.
Además, agregó que es preciso hacerse un replanteamiento, pues mientras antes se trabajaba para una empresa, o para otro, ahora se tiene la posibilidad de trabajar para sí mismo a partir de un autorreconocimiento.
También es necesario considerar que hay otras situaciones afectivas y emocionales que pueden incidir en que la jubilación sea más compleja como que los hijos ya se fueron y que ya no hay tantas responsabilidades, por tanto, es otra vida que se debe asumir.
Ha sido tradicional ver a los jubilados inscribirse en grupos para hacer gimnasia, lo cual es siempre importante porque mantenerse activos es clave; pero, ahora se visibiliza una tendencia por los programas académicos para adultos mayores en las universidades.
Según Hincapié, esto se debe a que “hay una nueva generación de personas de la tercera edad más intelectuales, con un recorrido académico más cualificado (tienen carreras, posgrados) y una trayectoria laboral más interesante”.
De otro lado, cuando los jubilados regresan a casa para estar en ella casi todo el tiempo, esto supone una adaptación y, mientras esta se da, pueden producirse roces, como cuando el esposo empieza a criticar el desorden y la señora a sentirse incómoda porque perdió gran parte de su espacio.
En cuanto a la adaptación a la jubilación si se es hombre o mujer, Nora Hincapié señaló que al primero le cuesta más porque socializa menos y se siente más inútil, en cambio, a ella, así como cuando trabaja, es común que asuma otras responsabilidades, encontrando más fácil hallar qué hacer en el hogar, tiene más objetivos de vida y socializa con más facilidad•
La cuestión está en programarse
La jubilación es como una hoja en blanco en la que la persona puede hacer y colorear su dibujo de manera libre. Algunas actividades gratificantes para ellos son:
- Ingresar a un grupo de gimnasia, en los que se programen paseos, bingos y se hagan manualidades.
- Realizar con más dedicación un pasatiempo como la pintura, la lectura, escribir o cocinar, entre otros.
- Plantearse estudiar un curso, un posgrado o asistir a eventos académicos como seminarios, congresos sobre un tema que le interese.
- Dedicarle más tiempo a la familia renovando las relaciones.
- Viajar para conocer otros lugares y culturas, disfrutar y divertirse.
- Asistir a eventos culturales como exposiciones, conciertos, obras de teatro, cine, festivales, etc.
- Ingresar a un grupo de teatro, de danza, a un coro, a un taller.
- Es común que se haga voluntariado asistencial en hospitales e instituciones o proyectos sociales sin ánimo de lucro.
- Nora Hincapié resaltó el hecho de que en Europa los jubilados hacen voluntariado como guías turísticos y en Cuba se hace académico, en los que los jubilados, basándose en sus conocimientos y experiencia, dan clases a otros.
- Ser miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio o del Cabildo Mayor.