De acuerdo con la Librería Norteamericana de Medicina, la presencia de cálculos en las vías urinarias es la principal causa de ingreso hospitalario no obstétrico entre las mujeres embarazadas en el mundo.
Este fenómeno está relacionado con los distintos cambios anatómicos y funcionales que sufre el cuerpo durante esta etapa, según un estudio español publicado en la Revista de Urología de Europa Central. “Estos cambios no solo pueden influir como factores predisponentes para la aparición de cálculos, sino que también pueden dificultar el diagnóstico de uropatía obstructiva (bloqueo del flujo urinario) en pacientes embarazadas” (cita tomada de la investigación).
Si bien el embarazo no incrementa las posibilidades de tener cálculos, el cólico renal en esta etapa se asocia con riesgos significativos tanto para la madre (daño en los riñones y vías urinarios) como para el feto, debido al tratamiento que la madre pueda necesitar para eliminarlos.
Afortunadamente, del 80 al 90% de los cálculos durante el embarazo aparecen en el segundo y tercer trimestre. Sin embargo, no se descarta que puedan causar algún tipo de alteración en el desarrollo fetal.
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