La compasión puede convertirse en un salvavidas en los momentos más difíciles. La buena comunicación es clave.
El diagnóstico de cáncer infantil puede afectar emocionalmente a todos los integrantes de la familia, por esto, el manejo de las emociones debe ser prioridad en cada etapa del tratamiento.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos entrega una serie de consejos para conservar una actitud positiva, así como las buenas relaciones entre los padres e hijos que día a día asumen esta condición con valentía:
- Ser compasivo. Cada persona enfrenta las situaciones de forma diferente y esto no significa que uno sufra más que el otro.
- Mantener una buena comunicación. Es necesario hablar constantemente, de lo bueno y lo malo, tanto en pareja como con el menor.
- Compartir en familia. Es el medio ideal para fortalecer los vínculos familiares y enfrentar los cambios en equipo.
- Reservar tiempo para despejar la mente. Esto le ayuda a los padres a asumir con otra actitud los momentos de tensión.
La Organización Mundial de la Salud presentó en 2018 una iniciativa contra el cáncer en los más pequeños de la familia. El objetivo es alcanzar una tasa de supervivencia de mínimo 60% de los niños con cáncer para el 2020.
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