Estos microorganismos facilitan la digestión, la absorción de nutrientes y en general, mejoran la salud gastrointestinal.
En el sistema digestivo conviven diversidad de bacterias, unas de ellas son los probióticos o cultivos vivos responsables de apoyar las funciones estomacales y fortalecer el sistema inmunológico. Así como se encuentran naturalmente en el intestino, también están presentes en algunos alimentos consumidos, en su mayoría, para repoblar y equilibrar la flora intestinal o para tratar los síntomas del síndrome de intestino irritable, como lo indica la Asociación Americana de Nutrición.
Una forma de obtener más probióticos es incluir en la dieta alimentos fermentados como el el yogur, el kéfir y los quesos añejos que contienen bifidobacterias y lactobacilos, cultivos encargados de eliminar e impedir el crecimiento de otros microorganismos perjudiciales que causan enfermedades. Otra alternativa es explorar alimentos no lácteos que tengan a su vez bacterias beneficiosas, entre ellos el kimchi, el miso usado en la condimentación o, simplemente, ingerir yogures cultivados de origen no lácteo.
Tenga en cuenta
Si desea consumir probióticos que suplan necesidades específicas de salud es necesario visitar previamente a un nutricionista dietista, así podrá establecer las cantidades y los tipos de alimentos que usted requiere. En otros casos se pueden consumir con el fin de mantener una dieta sana que contribuya a combatir el tránsito lento y aumentar la absorción de nutrientes como la vitamina B, el calcio y el hierro.
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