Solo dos semanas de inactividad podría conducir a cambios que aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad. Así lo revela el estudio homónimo presentado en el Congreso Europeo de Obesidad.
La investigación muestra los efectos del sedentarismo en una persona sana basados en el hecho de quedarse acostado todo un fin de semana, no salir de la casa a recibir el sol y tener una dieta de comida chatarra. Esto, en conclusión, puede reducir la masa muscular, alterar el proceso metabólico e incluso desarrollar enfermedades del corazón, diabetes y una muerte potencialmente prematura. (Vea también: El sedentarismo es el camino para ganar peso extra)
Para realizar este estudio, los académicos contrataron a 28 personas, en promedio de 25 a 30 años, físicamente activas (10 mil pasos por día) y que no pesaran más de 80 kilos. A ellos se les equipó con un brazalete para medir la actividad física y chequeos de salud constantes mientras pasaban de 1 a 14 días en la cama. Todos redujeron su actividad física en un 80%, equivalente a 1.500 pasos por día, es decir, el recorrido que hay de la cama a la nevera, a la cocina o al baño. Según el número de días de inactividad estos fueron los resultados:
De uno a cuatro días
En promedio, esto es lo que puede durar un fin de semana con puente. Al cuarto día los investigadores encontraron cambios significativos en la composición corporal, que incluyen pérdida de masa muscular y esquelética, relacionada con el aumento de grasa corporal, aunque no se detecte a simple vista.
De cuatro a ocho días
La grasa corporal se acumula en el estómago, cadera, brazos y espalda, sin contar con el aumento de colesterol en las arterias. En este nivel los investigadores encontraron que estos ocho días eran suficientes para comenzar a desarrollar enfermedades coronarias.
De ocho a doce días
Hay una pérdida de masa magra (grasa del cuerpo entero) de 0,57 kilogramos. La función mitocondrial disminuyó significativamente, es decir que la función que mantiene la actividad y creación de nuevas células de la piel y órganos disminuyó en un 30%.
De doce a catorce días
Se registraron pequeños pero significativos cambios en el sistema respiratorio; reducciones en la masa corporal y esquelética, y desarrollo de enfermedades crónicas como insuficiencia cardiaca, cerebrovascular y asma.
“Esta investigación deja en evidencia que sin importar la edad, el peso y estado de salud, las personas tienen que agregar a su rutina una actividad física diaria para abstenerse de enfermedades y complicaciones de salud”, dijeron los doctores Kelly Bowden y Dan Cuthbertson, autores del estudio.
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