La sal no se puede erradicar de la dieta porque trae beneficios, pero tampoco consumir en exceso porque puede producir enfermedades.
Asesora Marcela Ramos, Nutricionista y Dietista.
La sal se debe consumir con moderación, sobre todo en la tercera edad, ya que en esta etapa de la vida, debido a las condiciones del organismo, es frecuente la aparición de diversas enfermedades a las que el consumo excesivo de sal puede causar o potencializar.
Sin embargo, no se debe suprimir sino disminuir su consumo porque según Marcela Ramos, nutricionista dietista: “los electrolitos que contiene (sodio, cloro y yodo) son esenciales para transportar nutrientes, activar enzimas, equilibrar el líquido extracelular, mantener el organismo y prevenir el coto o bocio”.
Las personas de la tercera edad no deben eliminar el consumo de sal porque se puede producir deshidratación, además la sal regula los fluidos del organismo y permite que el sistema nervioso transmita bien los impulsos al cerebro.
Al disminuir su consumo, los alimentos se vuelven insípidos o desabridos, por tanto, la sal se puede sustituir por limón, pimienta, vinagre, romero, tomillo, orégano, laurel o ajo. Al respecto, Marcela Ramos, anotó que: “la sal tradicional se puede sustituir por sal de potasio, pero hay que tener en cuenta que esta no es recomendable para los enfermos renales”. Pecar por exceso El desmedido consumo de sal puede producir hipertensión, accidente cerebro vascular (ACV), cardiopatía coronaria y edema generalizado.
La hipertensión se produce porque si consumimos sal en exceso la tensión arterial sube, los vasos sanguíneos están más comprimidos y el corazón tiene que realizar un esfuerzo adicional para bombear la sangre. Este trastorno es una de las principales causas de la enfermedad cardiovascular. Por su parte, el edema se origina porque al consumir mucha sal, aumenta la cantidad de sodio en el organismo y para contrarrestarlo, el riñón retiene más agua para intentar diluirlo. Marcela Ramos, recomendó: “no utilizar salero en la mesa porque es una tentación y muchas veces las personas lo usan sin siquiera haber probado la comida”. Además de esto, muchos alimentos precocidos incluyen sodio porque es un buen conservante, por ello las conservas y los envasados tienen una elevada cantidad de sal entonces es más saludable consumir alimentos frescos cuyo contenido de sal es mucho menor.
La etiqueta
1. En los productos alimenticios se pone una etiqueta donde están los porcentajes de los compuestos que contienen.
2. Según la OMS, una persona adulta debe consumir 2400 miligramos de sodio (Na) al día, es decir, 5 gramos de sal (NaCl), que equivalen a una cucharadita. No se puede exceder del 20% de sodio (480 miligramos) por porción.
3. Si el producto alimenticio es libre de sodio, debe tener menos de 5 miligramos por porción. Si tiene un muy bajo contenido de sodio, esto equivale a 35 miligramos por porción y bajo en sodio, 140 miligramos por porción.