Son los exámenes radiológicos más comunes, pero ¿cuándo se indica cada uno?, ¿en qué se diferencian? Conozca a continuación las características propias de los principales exámenes.
- Tomografía axial computarizada (TAC). También conocido como escáner, utiliza rayos X, lanzados desde diferentes ángulos para crear imágenes transversales del cuerpo. Es ideal para encontrar lesiones óseas e internas, también se indica cuando se sospecha de hemorragias, tumores y algunas infecciones.
- Resonancia magnética (RM). No implica radiación por rayos X pues se realiza mediante un campo magnético y ondas de radiofrecuencia. No muestra los tejidos blandos del paciente pero aporta información que no se puede ver en una resonancia. Permite diagnosticar anomalías en los vasos sanguíneos, tumores benignos o malignos, cáncer, males congénitos de algún órgano y alteraciones en tejidos internos.
- Radiografías simples. Como su nombre lo indica, es la más sencilla de las pruebas. Similar al TAC pero con un solo haz de rayos X que se lanza directo. Se usa para detectar anormalidades en los huesos, tórax, dientes, cráneo y articulaciones.
Otros exámenes radiológicos comunes, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos son:
- Fluoroscopia con escaneo, que incluye tránsito esofagogastroduodenal y enema opaco.
- Mamografía.
- Medicina nuclear, que abarca exámenes como una gammagrafía ósea, gammagrafía de tiroides y prueba de esfuerzo con talio.
- Tomografía por emisión de positrones, también llamada imágenes por TEP o gammagrafía por TEP, o TEP por TC cuando se combina con la tomografía computarizada.
- Ultrasonido.
El 8 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Radiología en conmemoración del descubrimiento de los rayos X en 1895, cuando el científico Wilhelm Conrad Röntgen logró por este medio atravesar los cuerpos opacos para plasmarlos en películas fotográficas.