Para conservar la vida útil y la calidad de los nutrientes de cada alimento, elegir el lugar de almacenamiento adecuado es clave.
Asesora Elizabeth Ocampo Bustamante, ingeniera de alimentos
Cada grupo de alimentos tiene su espacio en la nevera, no solo por su composición y propiedades nutricionales, sino por el tiempo que pueden tardar en ser consumidos. Es fundamental tener en cuenta las condiciones de higiene en que deben ser almacenados y limpiar cada vez que se derrame algún líquido, así se disminuyen las posibilidades de proliferación de bacterias, de contaminación de los alimentos y su posterior descomposición y pérdida. Un consejo: revisar las fechas de caducidad para consumir más rápido los productos próximos a vencerse. A continuación, algunas recomendaciones según las categorías de alimentos
Tome nota
- Ubicar en la puerta de la nevera los alimentos que más vida útil tienen como salsas, mermeladas, vinagretas, dado que por sus conservantes no sufren ningún daño cuando se abre y cierra el electrodoméstico.
- Guardar el pan en el refrigerador puede incrementar su vida útil.
- Los huevos pueden ir al refrigerador. A la intemperie por largo tiempo, tienden a bajar frescura y características nutricionales.
- El arroz cocinado siempre debe refrigerarse.
- Evitar almacenar alimentos en recipientes de aluminio, la razón es que este material desprende sustancias químicas que hacen que la comida se deteriore con más facilidad.
- En el caso de los champiñones, estos son altamente perecederos y, a pesar de que se compran en un empaque protector, es importante protegerlos de la luz de la nevera, envolviendo el recipiente en una toalla de papel.
Las proteínas
- Van al congelador si tardarán en ser consumidas.
Pueden durar allí hasta un mes y medio, porque la cadena de frío garantiza que se frene el crecimiento microbiano. - Van al refrigerador si se van a consumir en máximo 48 horas.
Los pescados y mariscos soportan máximo 24 horas en refrigeración por su acelerado proceso de deterioro.
Para almacenarlas
- Separarlas por tipo de proteína: pollo, res, cerdo, pescado y mariscos, y guardarlas en recipientes herméticos para evitar su contaminación y la mezcla de líquidos. Preservarlas porcionadas facilita el proceso de descongelación.
- Rotular cada recipiente con la fecha de compra para dar mayor rotación y la proteína no pierda sus propiedades.
Los lácteos
Deben ir en la parte superior del refrigerador, más cerca al frío, pues la humedad los deteriora. Las leches y quesos más grasos tienen la posibilidad de almacenarse congelados.
Los embutidos
Por lo general, van en el refrigerador en algún compartimento superior, donde haga más frío. Reservarlos separados para evitar que se contaminen.
Los vegetales y frutas
- Se recomienda el congelador si se van a guardar por máximo un mes, pues en esta parte de la nevera pueden sufrir pérdida de vitamina C, color, sabor y textura.
- Llevarlas a la parte inferior del refrigerador si su consumo va a ser rápido, en donde el frío no sea muy fuerte para evitar su oxidación y cambio de color.
Al almacenarlas
- Conservarlas bien lavadas y desinfectadas para lo que se sugiere solo el uso de agua.
- Los productos que tengan hojas, envolverlos en toallas de papel dentro de una bolsa y acomodarlos en la parte baja de la nevera. Poner en la parte de adelante los vegetales y las frutas que rotan más rápido.
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