Según la Asociación Española contra el Cáncer, actualmente existen más tratamientos contra este tipo de tumor, que son menos invasivos.
Según la Asociación, un diagnóstico temprano permite realizar tratamientos menos agresivos y aumentar las posibilidades de supervivencia hasta más de un 90 %. Lo primero es ser conscientes de la necesidad de la autoexploración mamaria en casa al menos una vez al mes. Y a partir de ahí, si se encuentra algo sospechoso, asesorarse correctamente con un especialista en oncología.
Los métodos de detección han mejorado considerablemente. Algunos de ellos:
- La mamografía. Se debe realizar una vez cada dos años a partir de los 35 años, sin embargo algunos médicos recomiendan empezar a hacerla a partir de los 25 años y una vez al año a partir de los 50 y hasta los 70 si hay antecedentes familiares.
La mamografía digital es el método diagnóstico más relevante. Ahora además ya existen las mamografías 3D que generan una imagen tridimensional del seno y otros métodos en el caso de que la mama sea muy densa.
- La elastografía. Constituye el último avance de ésta técnica. Se trata de un programa que aporta información sobre el grado de consistencia que tiene un determinado bulto. Se trata de una imagen precisa que permite evitar biopsias en los casos en los que este mapa es indicador claro de que la masa es benigna.
- La biopsia. Se trata de una prueba sencilla que consiste en extraer con una fina aguja una pequeña cantidad de células del tejido para analizarlo en el laboratorio.
- La inmunoterapia. Se trata de un tipo de tratamiento para el cáncer que estimula las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer. Utiliza sustancias producidas por el cuerpo o fabricadas en un laboratorio para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario.
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