Exponerse moderamente al sol ayuda a mejorar la salud de sus huesos, gracias a la vitamina D que se produce de forma natural cuando la piel entra en contacto directo con los rayos del sol. Aunque es necesario tener en cuenta las recomendaciones de los especialistas, en cuanto al uso del protector solar, también es vital para nuestro cuerpo conocer los beneficios de la exposición con la debida precaución.
A pesar de que existen fuentes alimenticias que contienen vitamina D, bien sea de forma natural, enriquecida o fortificada (quiere decir que al alimento se le han agregado las vitaminas), ingerir este tipo de alimentos no es suficiente, debido a que existe otra fuente de esta sustancia que solo se da los rayos solares, que es esencial para incrementar la concentración de calcio en los huesos, y esta es la vitamina D3.
De acuerdo con los especialistas en salud, citados en el artículo de la agencia Efe, Sol y vitamina D, aliados de nuestros huesos, ahora nos cuidamos más del sol, por lo que la exposición se ha vuelto mínima. Esto ha hecho que que bajen los niveles óptimos en el organismo de esta esencial vitamina lo cual ha ayudado a que aumenten las enfermedades óseas como la osteoporosis y la osteomalacia. Incluso, con consecuencias en el desarrollo infantil a partir de padecimientos como el raquitismo, la cual presenta huesos blandos y débiles en los niños.
Es importante tener en cuenta que existen factores que pueden impedir la adecuada síntesis de esta vitamina, como pueden ser la la edad (entre más adulto más lenta la absorción), y el color de piel (las personas más oscuras requieren mayor exposición).
¿Cuál es la mejor hora para tomar el sol?
Según el investigador Michael Holick, docente de de la Universidad de Boston, las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las más aptas para tomar el sol, especialmente entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m. No obstante, aunque el uso de protector solar es un bien necesario, especialmente en época de verano, lo recomendado es aplicarlo 15 o 20 minutos después de de recibir directamente los rayos del sol.
Si va a tener una jornada larga, y va a estar expuesto al sol o al viento, lo recomendado es volver a aplicarlo. La frecuencia en este caso es importante. Te puede interesar ver este artículo sobre el tema: Antosolar, la frecuencia es la clave