Cuidar de un perro o un gato es una decisión que influye en la evolución física y emocional de un pequeño. Además, incide en el desarrollo del sentido de responsabilidad y el compromiso.
ASESOR
Rafael H. Méndez
Pediatra, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada
Jazmín quiere regalarle a su hija de 8 años un perrito. Su niña es hija única y ama los animales. Cree que una mascota podría darle mucha alegría y compañía. Sin embargo, no está segura de tomar esa decisión. Le teme a los problemas de salud que estén involucrados con tener un perro en casa. Tampoco sabe si realmente ayudará a desarrollar cualidades de su hija, o si por el contrario, puede convertirse en una carga más para ella.
Su situación es quizás uno de los momentos que muchas familias enfrentan cuando quieren sorprender o motivar a los niños con una mascota. ¿Cómo hacerlo bien? El pediatra Rafael Humberto Méndez propone que debe establecerse primero un acuerdo familiar con relación a la aceptación de una mascota. Es vital que todos los miembros del núcleo familiar estén de acuerdo con la presencia de un nuevo integrante y puedan potencializar las ventajas de que esté en casa.
Cuando la decisión de tener una mascota está tomada, se deben determinar los compromisos con ella. Es decir, evidenciar y acordar las tareas que cada miembro de la familia tendrá para garantizar el bienestar del animal. De esta manera, se desarrollará el sentido de responsabilidad de cada integrante, especialmente el de los niños.
Es necesario tener en cuenta que aunque los niños deben hacerse cargo de la mayor parte de las obligaciones, los padres están involucrados en estos compromisos.
“La convivencia de los niños con las mascotas, mejora su desarrollo. Pueden adquirir un enorme sentido de responsabilidad. Además, tienen la posibilidad de mejorar su actividad física y nutrir su evolución psicológica”, señala Méndez.
Tener una mascota desarrolla la capacidad de cada miembro de la familia de acordar y cumplir con compromisos determinados para el bienestar del animal.
Una mascota le otorga a los niños la posibilidad de fomentar su salud física y emocional. Los invita a ejercitarse y desarrollar afecto y entrega. Incluso, influye en tratamientos contra el estrés y la ansiedad, e interviene en procesos para desarrollar habilidades sociales.
Los problemas de salud asociados a la tenencia de una mascota, tienen que ser evaluados por un profesional médico que determine si según las características físicas del niño, se puede generar una afección. Es necesario vigilar su reacción y estar atento a los signos de adaptación al animal.
¿A qué edad se les debe dar una mascota?
Antes de los tres años de edad, los niños pueden considerar a la mascota como un juguete. No tienen consciencia de cuáles son sus necesidades, y el sentido de responsabilidad apenas comienza a desarrollarse.
Si la familia decide tener una mascota, hay que heredarles las obligaciones a los pequeños cuando superen los cuatro o cinco años. Durante este lapso, es necesario enseñarles cómo tratar adecuadamente al animal y estar atentos a manejar a tiempo posibles comportamientos relacionados con celos y envidia.
6 de cada 10 familias colombianas tiene mascota en casa.
Entre los cuatro y los cinco años, los niños comprenden las necesidades básicas de su mascota. Pueden ayudar en algunas labores como alimentarla y limpiar los espacios que habita. Después de los seis años, los pequeños se pueden involucrar en tareas que exigen mayor agilidad y responsabilidad, como sacar al animal a dar un paseo o bañarlo.
“No hay una regla que indique cuál es la mejor edad para tener una mascota. Existen algunas pautas, pero lo más importante es definir a tiempo y con claridad las responsabilidades del niño, que comprenda que el bienestar del animal depende de su cumplimiento con las obligaciones, y que esa mascota es un ser vivo al que debe proteger y amar”, indica Méndez •
Elige la mascota ideal
Más de 4.000 animales son abandonados al año en Colombia. Por lo menos 6.000 son sacrificados en este mismo lapso. Para evitar que más mascotas tengan este destino, las familias deben conocer lo que significa compartir con ellas el hogar. Para elegir mejor a ese nuevo integrante de la familia, Edgar Gutiérrez, Director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle, propone ocho reglas de oro:
1. Planificar la decisión
Tener en cuenta el dinero, espacio y tiempo que va aimplicar tener mascota.
2. Asesorarse de un experto
Determinar si la especie, raza y sexo es la adecuada para la familia según el espacio donde viven y sus hábitos.
3. Preparar el hogar
Es importante que la mascota tenga disponible comida, lugar donde dormir, elementos de aseo, juguetes, entre otros.
4. Proyectarse
Pensar en que la mascota acompañará la familia por lo menos durante diez años.
5. Capacitarse
Leer y dialogar con otros amos sobre el mundo de su mascota, gustos, debilidades y necesidades.
6. Identificar la mascota
Permitir que el animal use placas o dispositivos que tengan su nombre y los datos del propietario.
7. Educación
Invertir en el cachorro para que tenga pautas de comportamiento que permitan la sana convivencia.
8. Esterilizar
Es una buena elección para evitar sobrepoblación, conductas inadecuadas y aprovechamiento injusto de sus posibilidades de reproducción.