Cultivarlas en casa facilita su uso a la hora de aliviar enfermedades o cocinar más natural.
Asesor: Francisco Alberto Cañón Prieto. Médico, adscrito a Coomeva Medicina Prepagada.
Además del uso que se les da para minimizar síntomas de enfermedades, las hierbas aromáticas también son empleadas en la cocina como condimentos, aderezos y bebidas calientes. Pueden sustituir la sal porque dan sabor a las comidas y, en infusiones, a bebidas con cafeína, favoreciendo el sistema nervioso de las personas.
“Las hierbas aromáticas se han utilizado para el bienestar y la salud desde épocas prehistóricas, son parte de la tradición de muchas familias y la cultura popular sigue creyendo en ellas”, afirmó Francisco Cañón Prieto, médico y especialista en medicina biológica alemana. En casa se pueden cultivar la salvia, el tomillo, la albahaca, la menta, la manzanilla, el toronjil y la caléndula. Conocer los diferentes usos de estas puede ser de utilidad.
La salvia calma la ansiedad, reduce la fiebre, alivia problemas digestivos y retrasa la aparición de canas. En la cocina funciona como condimento e infusión; y sus hojas y flores —estas últimas también comestibles—, sirven para ensaladas y postres.
El tomillo aporta vitamina A, regenera las uñas, el cabello y la piel. Es antiinflamatorio, antibiótico y antiséptico, alivia la gripe y su aceite sirve para aliviar el acné, el eccema y la psoriasis.
La albahaca es antiinflamatoria, alivia la artritis, aporta vitaminas A, C y K, minerales como magnesio, hierro, calcio y potasio, actúa como repelente de insectos y en la cocina es usada como condimento.
El toronjil calma los nervios, el insomnio, los dolores de cabeza, la gripa y virus como el herpes labial. Tiene acción sedante, es digestivo, repele insectos. Masticar una hoja después de las comidas combate la halitosis.
La manzanilla en bebida calma los nervios y es benéfica para los procesos digestivos. Tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antialérgicas y sedantes.
La menta repele hormigas, arañas y roedores, alivia la congestión, el dolor de cabeza, la migraña, los cólicos menstruales y mejora la digestión. En la cocina se utiliza en infusión y se adiciona a salsas, sopas y postres.
Huerta en casa
Por todos los beneficios que proporcionan las hierbas aromáticas, la recomendación es tener una huerta propia. Francisco Cañón expresa que “es una farmacia natural; estas plantas dan fragancia y ornamentan. Adicional a esto, regarlas y hablarles sirve como psicoterapia”. Además incentiva cocinar en casa para así acudir a opciones menos procesadas. Para crear una huerta casera, considere lo siguiente:
1, Determinar el espacio en el que irán las hierbas, el momento en que les da el sol y la intensidad del viento.
2, Comprar tierra, una mezcla de sustrato y arena, y mezclar.
3, Si la huerta se hace con semillas aromáticas, ubicarlas en recipientes; sembrarlas, exponerlas al sol y regarlas en las mañanas. Cuando los plantines alcancen 5 cm, pasar a macetas.
4, Evitar que les dé el sol directo a las hierbas aromáticas que necesitan mucha luz. Ubicar en el balcón cuando haya buen tiempo y en la cocina, cuando el clima es frío. Echarles humus o fertilizantes naturales una vez al mes. Deben renovarse todos los años.
5, Para espantar las hormigas, rociar con una solución de jabón líquido, de lavanda o con extracto de ortiga.