La vacunación de animales domésticos como perros y gatos es fundamental para prevenir enfermedades infecciosas que pueden generar problemas mayores.
Más allá de las heridas punzantes que pueden causar las mordeduras o rasguños de las mascotas, el mayor riesgo radica en la posibilidad de contraer infecciones. La rabia es una enfermedad zoonótica transmisible que puede llegar a ser mortal y que se produce por el virus rábico que afecta a los animales. Un mal manejo de los síntomas y sus efectos genera serias complicaciones de salud.
A pesar de contar con vacunas tanto para prevenir el contagio entre animales, como para tratar los síntomas generados luego de contraer la infección, muchas áreas rurales en países con dificultades económicas no tienen acceso al tratamiento. Tal y como lo recuerda Juan Echeverría Mayo, investigador científico del Centro Nacional de Microbiología de Salud Carlos III, en un artículo para The Conversation, la rabia causa alrededor de 60 mil muertes cada año. Ante esto, el especialista destaca que la vacunación universal de las mascotas ha sido vital para obtener un buen nivel de inmunidad y así evitar la propagación incontrolable de la rabia debido a que es una forma no solo de cuidar a los animales, sino a la población en general. «Es la única manera de protegerlos a ellos y a nosotros mismos de una enfermedad absolutamente letal de la que solo nos pudimos librar tras décadas de lucha, pero que seguimos teniendo a nuestras puertas», agrega Echeverría.
Cuidados de rasguños y mordeduras
Los ataques de los animales domésticos pueden romper la piel y aumentar la probabilidad de contraer infecciones tales como la rabia. De acuerdo con el portal Medlineplus, ante un caso de este tipo, lo mejor es solicitar atención médica, pero recomiendan algunos aspectos a tener en cuenta:
- Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de tratar la herida.
- Lavar la herida con abundante agua a presión y eliminar la saliva del animal.
- Aplicar jabón detergente en la zona afectada. Enjuagar la herida durante tres a cinco minutos. Repetir el procedimiento al menos dos veces.
- Cubrir con vendaje estéril seco mientras un especialista revisa la herida.
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