La alergia a la fructosa es un trastorno que sufren algunas personas por la ausencia de la proteína necesaria para descomponer el azúcar.
Incluir frutas en la dieta diaria es una recomendación que hacen los médicos para mantener la buena salud y sentirse bien; sin embargo, algunas personas carecen de la enzima llamada aldolasa B, una sustancia esencial para descomponer la fructosa (presente en frutas y vegetales) o la sacarosa, la cual se encuentra en la azúcar de la caña, la remolacha o el azúcar común.
Según el portal web MedlinePlus, esta afección es hereditaria. Lo que sucede en el organismo de una persona alérgica a la fructosa es que el cuerpo no puede transformar el azúcar en glucosa, por lo tanto, el azúcar disminuye en la sangre y se acumulan sustancias tóxicas en el hígado. (Lea también: Cómo identificar el azúcar añadida)
Algunos síntomas que se presentan cuando el organismo no tolera la fructosa son diarrea, dolor abdominal y gases. El portal web de la Clínica Mayo expone que las personas con esta alergia deben evitar alimentos que contengan miel, azúcar de palma o coco, melaza, entre otros.