Permite mantener el aparato respiratorio despejado. Pero si se produce en exceso puede ser señal de algún trastorno como un resfriado o una condición de mayor gravedad.
El organismo cuenta con varios sistemas de defensa para combatir las enfermedades. En el caso de la garganta y de las vías respiratorias, este proceso se lleva a cabo mediante la tos. Así es cómo el cuerpo elimina la suciedad y otros microorganismos. Acorde con el Colegio Médico Colombiano, su finalidad es “acabar” con los posibles gérmenes antes de que se provoque una infección.
Además, según lo indica esta entidad, esta señal por sí sola no es una enfermedad, se trata de una respuesta que aparece cuando hay una irritación de las fibras nerviosas que se encuentran en el aparato respiratorio.
Se presentan dos tipos:
- Seca. No produce esputos ni flemas, pero que causa dolor al tragar.
- Productiva. Se acompaña de expectoración, al igual que secreciones o moco.
La causa detrás de una tos
El resfriado es la causa más frecuente y esto puede deberse a sequedad de la garganta o atragantamiento. Sin embargo, también puede ser la respuesta a diversas patologías del aparato respiratorio como asma, bronquitis o neumonía, o consecuencia de otros trastornos como reflujo gastroesofágico.
La tos que empeora considerablemente al acostarse puede ser un signo de insuficiencia cardiaca congestiva, lo que requiere atención médica. Aunque es habitual que los fumadores presenten tos a diario, no hay que tomarlo como algo normal y es necesario acudir al especialista para que descarte cualquier otro problema oculto.
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