El dolor facial puede tener múltiples orígenes y caracterizarse por ser sordo y pulsátil, o intenso y punzante.
Un absceso dental en un lado del rostro que empeora con la ingestión de comidas o con la palpación, dolor de cabeza, herpes labial, lesiones, fibromialgia, sinusitis o infección de los senos paranasales y un tic doloroso, son algunas de las causas de esta molestia, explica el portal MedlinePlus. Las fracturas óseas, especialmente de los huesos de la nariz, las mejillas y la mandíbula son situaciones faciales comunes.
Hay casos severos que, de no ser atendidos a tiempo, alteran la vista, el habla, la respiración y la capacidad de tragar.
La evaluación diagnóstica del dolor facial es esencial para obtener una completa y detallada descripción del mismo para establecer su localización e irradiación y su carácter, si es diurno, nocturno o intermitente y su persistencia en el tiempo. También son importantes la historia médica del paciente y especialmente su estado psicológico o psiquiátrico, ya que la depresión es una razón prevalente para el desarrollo de estas dolencias.
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