Esta condición puede ser buscada o no deseada. En todos los casos, es crucial la orientación.
ASESORA
Katherine Montañez Robledo
Psicóloga – Coomeva Medicina Prepagada
Era muy joven cuando quedó embarazada. Aunque el padre del bebé no respondió, fue una madre soltera que tuvo la fortuna de contar con el apoyo de su familia tanto económico como en la crianza de su hijo. Siguió viviendo en la casa de sus padres y mientras trabajaba ellos le cuidaban al niño, de esta manera y poco a poco, logró salir adelante con su hijo.
Pese a que lo ideal es que los niños tengan la figura paterna y materna para que a partir de la información transmitida por el género masculino y el femenino vayan construyendo su propia identidad, actualmente se dan muchos casos de madresolterismo y de padre ausente. Según el estudio Mapa Mundial de la Familia 2014, realizado por las entidades Child Trend, Social Trends Institute y ocho universidades, Colombia tiene la tasa de madresolterismo más alta del mundo.
Esta condición puede ser causada (voluntaria), la cual consiste en que la mujer quiere tener sola a su hijo, no es tan traumática para ella porque proviene de su propia iniciativa y decisión, respaldada, la mayoría de las veces, por su estabilidad emocional y económica, pero para el hijo no es tan fácil porque se le priva de tener un padre. La psicóloga clínica, Katherine Montañez Robledo, afirmó que estos casos se conocen como Grito de Liberación Femenina, en tanto la mujer se hace cargo de todo lo relacionado con el hijo mientras el padre no asume ningún tipo de responsabilidad.
Si bien el rol paterno lo puede asumir un abuelo, tío o primo, es posible que no sea lo mismo que si lo ejerciera el padre porque la parte afectiva, la sensación de seguridad, no se provee de igual manera. En la actualidad, los padres participan de manera más activa en el cuidado y crianza de los hijos, demuestran más el afecto y apoyan la identificación de la sexualidad.
El madresolterismo también puede ser no deseado, se produce porque no hubo planificación familiar, este caso es traumático para la mujer porque la culpa recae sobre ella, es señalada, rechazada y abandonada.
Buscar centros de ayuda y de capacitación para el trabajo es indispensable para las madres solteras que se sienten solas y rechazadas por su familia.
En esta situación, Katherine Montañez Robledo, recomienda que la madre no le transmita su dolor al hijo, que no lo rechace porque él no tiene la culpa de nada y que no desvirtúe al padre. “Hay que enseñarle al niño que él es importante, ayudarle a ser líder, a que asuma la situación sin estrés, tristeza o ira, que comprenda que viene de padre y madre biológicos y que por motivos personales no hay vínculo con el primero”.
Cuando no hay claridad y comprensión sobre la ausencia del padre, buenas pautas de crianza, autoridad frente al niño y un buen desempeño al impartir órdenes, el hijo de una madre soltera puede presentar: problemas de conducta en el colegio, trastorno negativista desafiante (en contra de la autoridad y de la norma), bajo interés por diversas actividades (académicas, deportivas, artísticas y culturales), trastornos de déficit de atención, bajo rendimiento en el aprendizaje, inseguridad, soledad y depresión.
Si la madre soltera se siente sola, desprotegida y rechazada por su familia, puede buscar ayuda en instituciones como albergues maternos y centros de capacitación para el trabajo, pero hay casos en que la familia apoya no solo económicamente sino también en la crianza del niño. El madresolterismo por abandono es más frecuente en los estratos bajos, medios y en las adolescentes porque tienen baja escolaridad y no cuentan con buenas posibilidades económicas.
Cuando la mujer gestante es una niña o una adolescente, la situación se torna más delicada porque tienen que afrontar el rol de madres cuando por su edad deberían estar viviendo otras cosas, además biológicamente su cuerpo no está preparado para la maternidad, porque no está maduro el aparato reproductor.
La tercera parte de las mujeres que son madres en Colombia están solteras y son jefas de hogar, según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud.
Si la madre, niña o adolescente, es de estrato bajo, debido a los problemas económicos hay más dificultades, además si tiene bajo nivel educativo, las posibilidades de conseguir un empleo digno y de sacar adelante a su hijo son menores.
Según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends), el 19,5% de mujeres entre 15 y 19 años han sido madres o están en embarazo. Por su parte, en el 2013, el Dane registró 153.711 nacimientos de madres con edades entre los 10 y 19 años. En la actualidad, el embarazo a edades tempranas es considerado como un problema social y de salud pública, el cual puede ser disminuido con el fortalecimiento en la educación sexual.
62% de las familias colombianas están conformadas por papá, mamá e hijos.
Nuevas familias
El modelo tradicional de familia (padre, madre e hijos) le ha dado paso a otros tipos de hogares, entre ellos, los monoparentales en las que la mayoría de las veces, la mujer madre, está sola con sus hijos, entonces además de hacerse cargo de su función materna, le suma la del sostén del hogar. También están las familias homoparentales, (parejas del mismo sexo), las cuales en Colombia y según la ley, se les reconoce el matrimonio civil y la adopción de hijos. También están las familias ensambladas donde luego de un divorcio, separación o viudez, mujeres y hombres con hijos, deciden construir una nuevo hogar, además, están las parejas que no desean tener hijos y se centran en su trabajo, tienen un poder adquisitivo medio alto y quieren disfrutar un estilo de vida en el que prime el ocio y la diversión; y las familias unipersonales, compuestas por un solo miembro •