También suele llamarse infarto cerebral, embolia o apoplejía. Conozca cómo se presenta con el fin de evitar consecuencias graves. Dificultad para hablar, hormigueo y falta de coordinación, son algunas de las señales más claras.
Para la Federación Española del Ictus, la enfermedad se produce cuando el cerebro no recibe suficiente sangre. Puede compararse con un infarto de corazón, pero en este caso sucede en el área cerebral.
La Federación expone que, en muchos casos, los accidentes cerebrovasculares agudos como este, se deben al desconocimiento y a no saber detectar las primeras señales. En la mayoría de las ocasiones, la enfermedad avisa con una serie de síntomas y es de suma importancia reconocerlos, ya que el daño cerebral severo puede tardar horas en producirse y es posible evitarlo o reducirlo si se actúa a tiempo. Algunas de las señales de alerta son:
1. Problemas repentinos para moverse. Notará pérdida de fuerza o movilidad en las extremidades superiores o inferiores (brazos o piernas), en la cara o en un lado del cuerpo.
2. Insensibilidad o sensación de hormigueo. Experimentará una especie de acorchamiento o disminución de la sensibilidad en cualquier parte del cuerpo (cara, brazo, pierna) de forma brusca.
3. Dolor de cabeza intenso. Aparece un dolor de cabeza fuerte y brusco.
4. Dificultades para hablar. Problemas de pronunciación o de ordenación de las palabras.
5. Pérdida del equilibrio. Clara sensación de inestabilidad, por lo que muchas veces la persona se cae al suelo sin causa que lo justifique.
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