Lograr entornos laborales seguros y saludables también depende del empleado, quien está llamado a actuar si encuentra en estos inconsistencias que pueden afectar su salud.
La Organización Internacional del Trabajo entrega algunas recomendaciones que deben tenerse en cuenta a la hora de desempeñar cualquier rol.
- Revisar de forma periódica los hábitos de trabajo para detectar posibles actuaciones que puedan generar riesgos.
- Las salidas, zonas de paso, vías de evacuación y los distintos espacios deben mantenerse siempre despejados de objetos y líquidos o sustancias resbaladizas. Evitar almacenar objetos en estos lugares.
- Utilizar las herramientas y equipos de trabajo adecuados a la labor que realice y para los que han sido diseñados. Seguir las instrucciones y nunca retirar la protección ni anular los dispositivos de seguridad de los equipos.
- Usar aquellos equipos de protección individual (guantes, casco, protectores auditivos) que sean necesarios para protegerse de los riesgos a los que se esté expuesto.
Tenga en cuenta
- No sobrecargar una instalación eléctrica.
- No almacenar ni manipular productos inflamables próximos a una fuente de calor.
- No fumar, comer o tomar líquidos si trabaja con productos químicos o está expuesto a contaminantes biológicos.
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