La infancia y la adolescencia son las etapas en las que la exposición al sol tiene mayor influencia en el envejecimiento prematuro, así como el riesgo de cáncer de piel.
La radiación ultravioleta acumulada durante estas dos primeras décadas de la vida es determinante. Por esto, la importancia de cuidar y proteger la piel de los niños y jóvenes adecuadamente.
En los más pequeños, además, la piel es aún más susceptible por lo que debe intensificarse las medidas preventivas. Además del uso de protector solar adecuado a su edad, se recomienda protegerse con gorras, ropa que cubra sus extremidades, gafas, entre otros elementos que puedan ser de utilidad, no solo en días soleados sino también en aquellos nublados pues los rayos ultravioletas impactan de igual forma.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. se recomienda evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m cuando los rayos UV son más fuertes. Es clave tener en cuenta que cuanto mayor sea la altitud, más rápido se quema su piel, y evitar permanecer largo tiempo en superficies que reflejen la luz, como el agua, la arena, el concreto y la nieve.