Propiciar espacios de diálogo familiar sobre el tema del sexo es importante, en especial con hijos adolescentes. La sexóloga Flavia Dos Santos, comparte su punto de vista sobre este tema.
Este es uno de esos temas sobre los que hay que hablar en familia. La masturbación es parte de la sexualidad y del proceso de crecimiento, por ello es importante propiciar momentos para generar conversaciones inspiradoras con los hijos en las que se dé importancia el concepto de privacidad y la necesidad de vivir la vida con equilibrio. Coomeva Medicina Prepagada invitó a la reconocida sexóloga brasileña Flavia Dos Santos para conocer su punto de vista sobre este tema.
¿Qué papel juega la masturbación en el desarrollo de la sexualidad?
“Es parte del desarrollo de todo ser humano. Es una forma de autoconocimiento. El 98 % de las mujeres anorgásmicas nunca se han masturbado, no conocen su clítoris y tampoco saben cuánto estímulo necesitan para tener placer. Por su parte, los hombres que sufren de eyaculación precoz, la gran mayoría, se debe a una mala práctica de la masturbación al no permitirse reconocer la urgencia eyaculatoria y aprender a controlar su orgasmo. La masturbación es equivalente al gatear en el sexo. Uno no puede lanzarse a caminar sin antes pasar por el gateo, que equivale a ese momento de explorar y de aprender sobre el cuerpo para entonces compartir así su momento íntimo con otra persona”.
¿Cómo se manifiesta en la adolescencia?
“Durante esta etapa, las hormonas están presentes y hay una necesidad de tocar el cuerpo. Tenemos más de 8 mil ramificaciones nerviosas en todo el organismo y es normal que exista la curiosidad e interés de sentir las sensaciones cuando es tocado, o se toca en partes del cuerpo que le provocan placer. El error está en prohibir o castigar a los hijos, en tratar el tema de la masturbación como algo ´malo´. No hay que enseñarles a hacerlo; sino más bien normalizar el tema, hablar sobre ello, decirles que pueden sentir placer, pero es preciso aprovechar para hablar sobre el concepto de privacidad. Es decir, no es una práctica para hacer en las calles, sino que es un momento privado para descubrir el propio cuerpo”.
Existen muchos mitos frente a este tema, ¿qué opina sobre esto?
“Todos los seres humanos, yo diría, que en un 99 % se masturban. Esto no enferma, no enloquece, no salen granos ni pelos, todo ello son mitos que vienen desde la época del medioevo, cuando la Iglesia prohibía todas las prácticas sexuales que no llevaran a la reproducción, entre ellas la masturbación, que era considerada pecaminosa, sucia. No se consigue borrar del imaginario colectivo personas quemadas, condenadas o ahorcadas por esto.
Otro mito es pensar que la persona va a preferir masturbarse que tener una relación amorosa. Nadie deja de tener interacciones reales por tener amigos virtuales. La peor palabra que se puede utilizar para referirse a esto es ‘anormal’, y para nada hay que utilizarla, y desafortunadamente muchos papás emplean esta etiqueta”.
¿Cómo deben asumir este tema los padres?
“Los padres súperprotectores son los que crían a quienes terminan siendo los adultos más mentirosos. Uno tiene que confrontar sus propios miedos y angustias y tratar de no transferirlos a los hijos. Es importante que cuestione qué es lo que tanto le da miedo, lo que le pasó en su adolescencia para darle a ellos la libertad de explorar el mundo, pero libertad con límites y con amor. Uno no tiene que ser sobreprotector pero tampoco tan abierto y descuidado de sus hijos”.
Aunque para muchos no sea una situación cómoda, hablar con los hijos adolescentes sobre la masturbación es la opción más sana para manejar lo mejor posible esta etapa clave de sus vidas.
¿Hay diferencia al hablar con los hijos e hijas?
“En la tarea de educar hay que considerar a los hombres y las mujeres por igual. El deseo sexual es igual en ambos sexos, no hay tal cosa como que hombres tengan más deseo o tengan más necesidad de sexo; esto es una mentira. Cada persona tiene una necesidad de sexo distinta. Es una maldad tratar de prohibir el surgimiento de la sexualidad en una hija mujer por creer que las mujeres no tienen ese derecho. Todos somos iguales”.
¿Cuándo puede resultar en un hábito preocupante?
“En el momento en que se hace uso negativo de la masturbación, es decir, no se realiza como una forma de exploración del cuerpo ni por placer, sino que lo practica como un descargue emocional. Por ejemplo: los padres empiezan una pelea y el adolescente, muy angustiado, se encierra a masturbarse”.
¿Qué mensaje final quiere compartir con nuestros lectores?
“No hay que olvidar que esto es una práctica saludable, es cuestión de autoestima y de saber que la persona es capaz de encontrar una gratificación con ella misma. La idea es sentirse empoderado con el cuerpo y cómodo en la propia piel”•
La perspectiva de Flavia Dos Santos
Luego de formarse como psicóloga en su país natal, Brasil y complementar sus estudios en sexología y comportamientos adictivos en Italia, Flavia Dos Santos llegó a nuestro país para quedarse.
Gracias a su participación en destacados programas de televisión y radio nacional, la sexóloga brasilera es hoy una de las más reconocidas consejeras sexuales en Colombia.
En su carrera también se destacan sus dos publicaciones: Sexo sin misterio, una invitación a abordar la sexualidad desde una mirada libre de prejuicios, culpas y falsas creencias, y ¿Qué hago con el sexo?, una recopilación de testimonios de pacientes y televidentes alrededor de sus dudas o tabúes acerca de la sexualidad.
Consejos para padres
- Puede iniciar por tocar el tema como si no fuera con él, hablando sobre la masturbación en general. Si accidentalmente descubre a su hijo masturbándose no se asuste ni lo enfrente, busque otro espacio para discutir sobre lo ocurrido, entendiendo que seguramente él es quien más avergonzado está.
- Cuando hable directamente sobre el tema trátelo como algo normal. Ni la prohibición ni el castigo son el camino. La idea es que los hijos no lo sientan que es un tabú o un misterio sino que entiendan que se trata de algo natural, pero que ante todo es un acto privado.
- En vez de crear más dudas y miedos en el adolescente, desmienta las creencias o teorías sobre posibles consecuencias que puedan haber escuchado. Finalmente respete su privacidad. El tiempo de entrar a su cuarto sin tocar la puerta tal vez haya terminado.
Importante
Todos los hombres y mujeres tienen necesidades sexuales diferentes, por lo que sería valorativo indicar una frecuencia en la masturbación. Lo importante en el tema es que esta práctica no sea compulsiva (dejar de hacer otras cosas) ni exclusiva (no sentir placer con otras parejas), pues patológicamente estas sí tendrían consecuencias.