Es un trastorno tratable, que generalmente se asocia con alteraciones hormonales, lo que puede provocar cambios en el ciclo menstrual, quistes en los ovarios, dificultad para quedar en embarazo, entre otros.
75% de las mujeres que sufren este síndrome pueden presentar infertilidad.
Cada caso es diferente
Síntomas como esterilidad, amenorrea (ausencia de menstruación), diabetes, aparición de pelo en zonas propias de los hombres (barba y pecho), acné, obesidad y dolor pélvico, pueden ser señales de alarma. El tratamiento varía según las causas y las necesidades de la paciente, pues aunque se puede controlar, no existe cura definitiva.
Diagnóstico a tiempo
Es vital que la paciente se asesore desde su estado inicial, con el fin de prevenir enfermedades posteriores, como hipertensión arterial y trastorno en el perfil lipídico. Igualmente, durante el embarazo, es probable que la mujer que padece este trastorno, tienda a presentar diabetes gestacional o preeclampsia.
7% de las mujeres va a sufrir síndrome de ovario poliquístico durante el transcurso de su vida.
Ten en cuenta
El trastorno se detecta a través de una ecografía transvaginal, que sirve para examinar los ovarios de forma precisa y con profundidad.
En muchas ocasiones, se diagnostica en mujeres entre los 20 y 30 años. Los síntomas pueden
presentarse desde la niñez.
Si no se realiza un tratamiento adecuado, aumenta el riesgo de padecer cáncer de endometrio, debido a las alteraciones homonales.
Asesor Eugenio Escobar, ginecobstetra