La luz solar es la mayor fuente de radiación ultravioleta y la principal causa de enfermedades en la piel.
Asesora: Gloria María Murcillo Cadena, Dermatóloga, adscrita a Coomeva Medicina Prepagada
Así haya nubes hay luz, y con ella hay radiación ultravioleta, conocida como UV. Por esto, la recomendación es la misma: aplicarse protector solar, usar sombreros, sombrilla o ropa de manga larga, cuando los cambios de clima lo sugieran. “La gente cree que si hay un día nublado no se está exponiendo al sol y esto es falso, porque la radiación UV traspasa las nubes. En la nieve, la luz UV rebota y se refleja en un 80 %; en el agua, un 25 %; en la arena, un 15 %. Pasa lo mismo en el pavimento, en la hierba”, indica la dermatóloga Gloria María Murcillo Cadena. Y es la exposición intensa y prolongada a estos rayos la que ocasiona efectos adversos en la piel, dañando el ADN de sus células, lo que termina causando, generalmente, cánceres en este órgano del cuerpo y envejecimiento prematuro. La primera señal de alerta son las pecas, seguido de lesiones descamativas como granos rojos que no cicatrizan, que sangran, que se ulceran y no mejoran. Es importante también estar atento a cambios que se presenten en los lunares.
“El efecto dañino del sol se debe a una acumulación de todos los años de la vida. La mayor exposición es cuando somos menores de 18 años por las actividades que desarrollamos al aire libre”, agrega. Inculcar hábitos de autocuidado desde la niñez repercutirá en acciones que impactarán en la calidad de vida del adulto •
Principales rayos UV
Los UV-A: penetran más las capas de la piel, causando su pigmentación y daños en el ADN, lo que favorece la aparición de cáncer de piel.
Los UV-B: producen las quemaduras solares y afectan más las capas superficiales.
Los UV-C: tienen más energía que otros tipos de rayos, pero se quedan en la capa de ozono.
95 % de los rayos solares que recibe una persona son UV-A. El otro 5 % corresponde a los UV-B.
Protegerse es el remedio
Tener piel clara, haber tenido quemaduras solares en la infancia o con frecuencia en la edad adulta, pasar mucho tiempo al sol, utilizar cámaras de bronceo, tener más de 50 lunares, son algunos de los factores comunes para desarrollar cáncer de piel. Los rayos UV también aumentan el riesgo de originar cataratas y otros problemas visuales, por lo que se sugiere el uso de gafas negras con filtro solar.
50 años en adelante es la etapa en la que hay mayor posibilidad de padecer cáncer de piel.
Más bienestar
Recibir sol de forma limitada es bueno para la salud, porque estimula la producción de vitamina D3, que favorece el crecimiento y el desarrollo de los huesos.
Además, ayuda a los individuos a sentirse mejor al aumentar la sensación de bienestar y contribuir al buen descanso.
10:00 a.m. a las 4:00 p.m. se consideran las horas más potentes para recibir los rayos UV. se recomienda evitar la exposición intensa a la luz solar en este lapso.
En el sitio revistasaludcoomeva.com puede obtener más información sobre radiación UV.