La primera visita al odontólogo está indicada por los especialistas cuando el niño cumple un año de vida. Desde que comienza a nacer el primer diente, también aparece el riesgo de sufrir de caries. La prevención es clave y los padres tienen un rol activo en este proceso.
El tetero y el alimento natural de la madre contienen componentes que pueden iniciar una caries en la infancia temprana, sin embargo, estos no son los únicos factores de riesgo, la genética también puede también en la salud oral de los niños.
La caries puede causar pérdida de dientes e incluso problemas en el crecimiento del pequeño, porque destruye las superficies dentales y esto ocasiona largos y costosos tratamientos odontológicos. Es indispensable que los padres sean conscientes de la importancia de enseñarle al niño a tener unos hábitos de limpieza regulares.
¿Cómo lograrlo?
-Recuerde que su ejemplo como padre o adulto es muy importante para los niños, cuide sus dientes y muéstreles que la salud oral es importante para usted, así ellos harán lo mismo.
-Conviértalo en algo divertido: que sea un momento en familia, para compartir y limpiar de manera adecuada dientes, lengua y boca.
-Permítales que elijan su cepillo de dientes, del color o diseño que ellos prefieran. Es una manera de motivarlos.
-El cepillo que los niños utilicen debe ser suave y pequeña la cantidad de crema dental.
-Enséñeles a cepillarse de atrás para adelante y luego cada diente. Es importante también lavar la lengua.
-Si el menor aún no tiene dientes, usted debe limpiarle las encías con una gasa o paño húmedo.
Tenga en cuenta:
La dieta de los pequeños puede influir también en su salud oral, el exceso de azúcar y almidón, puede ocasionar caries. El flúor es necesario para fortalecer el esmalte de los dientes y resistir el deterioro. Es probable que un niño que tenga una buena rutina de limpieza y visitas regulares al odontólogo no tenga problemas de este tipo y tenga una buena salud oral.
Programe sus visitas:
Al inicio del año, tenga en cuenta los calendarios no solo de vacunación, sino de visitas al pediatra y al odontólogo. Recuerde que en este último caso, lo ideal es hacerlo cuando el niño cumpla su primer año y luego cada seis meses para limpieza y revisiones.